M. Huiracocha
Don Arnoldo Krumm-Heller nació en Salchendorf (Alemania), el 16 de abril de 1876. Descendía de una familia alemana que había emigrado a México en 1823. Estudió medicina y ciencias naturales en Alemania, Francia, Suiza y México, otorgándole la Universidad de la ciudad de México el título de doctor honoris causa. Durante varios años fue profesor de idiomas en la Escuela Nacional Preparatoria, e Inspector de Escuelas Extranjeras por encargo del Ministerio de Instrucción Pública. Tomó parte en la revolución de Madero y más tarde en la de los constitucionales del Presidente Carranza. Fue Coronel Médico Militar del ejército mexicano, así como también Director General de las Escuelas e Tropa. Comisionado por el Ministro de Guerra, estudió el servicio sanitario en campaña durante la guerra mundial de 1914 y asistió al Congreso Médico de Budapest en el que leyó un trabajo sobre la malaria. Como diplomático fue Ministro de México en Suiza, con misión especial y luego pasó con el mismo cargo a Alemania, donde permaneció hasta el fin de la primera Guerra Mundial. Asistió a varios Congresos Internacionales y perteneció a numerosas sociedades científicas. Ha publicado en español numerosas obras, entre las cuales merecen citarse “Mi sistema”, “Humboldt”, “Los Tatúas y su aplicación en la vida práctica”, “Conferencias esotéricas”, “Biorritmo”, “Osmoterapia”, etc.
Su mayor atención la dedicó a los estudios ocultistas, sobre los que publicó muchos libros y artículos. Era Comendador Mundial de la Fraternidad Rosa-Cruz Antigua y Arzobispo Supremo de la Iglesia Gnóstica. La labor que realizó en este sentido nos es bien conocida a todos los que hemos estudiado sus libros, cursos y revistas. En los últimos años de la segunda Guerra Mundial fue perseguido por los agentes del Gobierno Nazista, siendo confiscada gran parte de su valiosa biblioteca. No obstante, prosiguió su labor, sabiendo muy bien los grandes peligros que corría con ello. Poco antes de terminar la guerra pudo ocultarse librándose así de las penalidades de los campos de concentración, hasta que el 8 de mayo de 1945 entraron las tropas americanas dando fin a la gran contienda. Inmediatamente, a pesar de lo quebrantada que se hallaba ya su salud, comenzó de nuevo su labor en los países de América. Grandes fueron las penalidades que sufrió en los últimos años de su vida. Muchos de sus queridos discípulos vinieron a visitarle desde lejanas tierras poco antes de acercarse el supremo momento en que se trasladó a los planos superiores, el 19 de abril de 1949.
Primer Rastro
Nace el Dr. Krumm Heller Huiracocha en Salchendorf, Alemania, el 15 de abril de 1876. Fueron sus padres Ferdinand Krumm y Ernestina Heller. Por referencias fidedignas, sabemos que desde muy niño se consagró al estudio, y que por los esfuerzos realizados por su abnegada madre, pudo llevar a cabo el proceso de su educación. ¿Cómo fue el Maestro niño? ¿Cuáles fueron sus tendencias? Tramontamos el tiempo en alas de la imaginación, para verlo sumergido en su pequeño pueblo, en sus tareas estudiantiles primarias, secundarias y universitarias, hasta recibir su Título de “Doctor en Medicina y Ciencias Naturales”.
Segundo Rastro
Se gradúa y la vida lo separa de su buena madre, pues, decide viajar a México en busca de mejor ambiente para la realización de sus aspiraciones. Poco o ningún interés tenía para ese entonces el Doctor por la vida superior. Su vida se deslizaba en la normal rutina que había asimilado por la educación que le fue impartida. Sus ideas eran las comunes en personas cuya educación está libre de conceptos y prejuicios. Con una edad propia para la aventura, y una ansiedad de vivir intensamente, se despide de la noble anciana que queda en Alemania esperando el llamado del hijo de su vida.
Pero, el destino estaba escrito en otra forma y con otros contornos, y un año después de haber abandonado su tierra natal, recibe la ingrata noticia del fallecimiento de la autora de sus días. Golpe certero al corazón del hijo agradecido que en sus propias palabras monologa la triste consideración: “¿Cómo después de haberla visto hacer tantos sacrificios por él y en los momentos en que podía recompensarla se le arrebata?”… Aquello fue el toque sutil que abre su ser a la investigación de nuevos horizontes, en la necesidad de encontrar la sinrazón que tan cruelmente lo anonadaba, y despertó la íntima seidad del hombre, en el afán de conocer el porque de lo sucedido.
Tercer Rastro
Iniciase entonces el afán de “saber” lo que hay tras ese velo que protege el lindero de la vida de ultratumba. Trasladase a Chile, donde llega a sus manos un primer libro que le habla de cosas desconocidas, este libro era de Allán Kardec, el ilustre propulsor de la ciencia espírita, y se sumerge en las nuevas aguas, bañándose de su sabiduría, y fue un espiritista convencido, por cuanto aquello inmortalizaba, en cierto modo, la memoria de la madre desaparecida. Se entrega de lleno al estudio y decide propagar aquella doctrina. Pero, dice la enseñanza hermética, que “cuando el discípulo está preparado, vienen los labios que han de darle sabiduría”, y esto sucedió a nuestro Maestro.
Se entregó con todo su fervoroso entusiasmo a la organización de la ciencia espírita y fundó con el propósito de impulsarla mejor, una revista cuyo título fue: “El Reflejo Astral”. Una de estas revistas lo llevó al conocimiento de quien después sería uno de sus mejores amigos, el Dr. León, quien viendo su entusiasmo, le regaló un conjunto de obras espíritas que le abrieron nuevos y luminosos horizontes. Esto despertó en el Maestro la necesidad de una investigación más a fondo y comenzó un nuevo período en un peregrinaje que lo llevaría por los cuatro puntos cardinales del planeta, en el deseo de encontrar la Verdad.
Hagamos un pequeño balance de lo que nuestros apuntes permiten captar de lo vivido por nuestro Maestro hasta este tercer rastro. Como se dijo antes, cursó sus estudios de Medicina y Ciencias Naturales en Alemania, Francia, Suiza y México. Dominó cuarenta y siete entre idiomas, dialectos y lenguas muertas, de los cuales fue Profesor en varias Universidades. Fue Coronel-Médico Militar en el ejército mexicano; Inspector de escuelas extranjeras en el Ministerio de Instrucción Pública; Director General de Escuelas de Tropas, Comisionado por el Ministerio de Guerra para estudiar el Servicio Sanitario en campaña durante la guerra europea, Representante al Congreso Médico de Budapest, Ministro de México en Suiza con misión especial y ante el Gobierno alemán hasta el fin de la guerra.
Del número 7 de su “Revista Rosa-Cruz”, año 1928, 1°. de diciembre, editada en español en Berlín, extractamos lo siguiente: “Mi tradición en el comienzo del sendero”, información por demás interesante: “En Francia vivía un Rosacruz famoso, heredero de las claves, el cual inició a Eliphas Levi y después a Papus; este Rosacruz famoso era Philippe. Formábanse en Francia nuevos centros, como he mencionado al escribir la biografía de Sedir, discípulo predilecto de Philippe, en la revista de febrero. Yo, recomendado por un Rosacruz chileno, Dor Arturo Clement, y un francés, que vivía en Buenos Aires, de apellido Girgois, el autor de “Lo Oculto en los Aborígenes de la América del Sur”, fui recomendado a Papus, el Gran Mago de Iniciación comprobada”.
“Guiado por Papus entré en la Logia Blanca y en mi Iniciación Martinista se usó la espada de Eliphas Levi, quien asistió en Cuerpo Astral. Luego pasé a Alemania, donde se me ordenó bajo las órdenes de Kellner, de Franz Hartmann y de Reuss, conocido con el pseudónimo de Peregrinus. Murió Kellner y Hartmann quedó con las claves, con los secretos tradicionales que es costumbre de pasar al morir a otro, para que puedan ser Iniciadores, pasándolas él a Reuss”.
“Un día, estando en mi Rancho, recibo de Múnich un llamado de Reuss, diciéndome que pronto iba a desencarnar y que tenía orden de dejarme lo que guardamos como grandes secretos desde siglos y siglos, y me dio lo que se llama el “Gran Arcano”, que yo trataré de dar a alguien al morir. Tiempo después, al morir el Patriarca Basílides, fui consagrado Patriarca y Gran Arzobispo de la Iglesia Gnóstica. Con la muerte de Reuss quedé solo, pero unido a muchos que no tienen misión como yo, sobre todo con las Logias Blancas, las que tienen sus puntos magnéticos en diferentes partes del mundo, donde se manifiestan, uno de estos está en Monserrat, donde debí vivir cerca de cuatro años, orden que hace poco cumplí. Esta es mi historia a grandes rasgos. Soy el único conectado con la Logia Blanca”.
“Mi tradición es la más pura. Tengo mis defectos y mis enemigos, como todos, pero jamás nadie ha negado mi saber como resultado de tantos años de constantes estudios y mi probada buena voluntad. Todavía, agrega el Maestro, es conocido que para poder ser Comendador, se requiere haber sido nada menos que Gran Maestro de la Masonería en algún país. El objeto es tener personalidad, poseer talento de organización y que haya sobresalido en otros ambientes. Para poder hacer comparaciones, no he vacilado a retirarme en conventos católicos, de afiliarme a diversas sociedades como la Ciencia Cristiana, de ingresar al Suddha Dharma Mandalam, armarme de paciencia y pasar por todas las secciones esotéricas de la Sociedad de Heindel y Spencer Lewis; pasar por los ritos masónicos más diversos, para escudriñar donde encontrar los contactos. El resultado fue llegar a la Logia Blanca y ponerme en relaciones con mi Gurú, fue la meta y mi triunfo. Más allá no hay nada”.
Avanzando en su errante vida de investigador, lo encontramos el 9 de marzo del año 1928, arreglando maletas, pues, salía en el barco Wéser, en gira larga por la América. Al efecto le escribe a algunos discípulos lo siguiente:
“El día 13 de marzo estaré en La Coruña, el 14 en Villagracia, el 15 en Leixoes, Portugal, el 18 en Madeira, el 31 en Río de Janeiro y al día siguiente en Santos, el otro en Sao Francisco do Sul, el 4 de abril en Río Grande y, probablemente, amaneceré el 5 de abril en Montevideo. De allí iré a la Argentina, donde daré conferencias en Rosario, Córdoba, Mendoza y Tres Arroyos. Al pasar por la Cordillera iré primero a Santiago y Valparaíso, y si los hermanos lo organizan, visitaré todos los puertos de la costa del pacífico, hasta Panamá. Iré a Costa Rica y Puerto Rico, y por último a Cuba. Más, después pasaré a Texas y seguiré a San Francisco, sigo a Manila, luego paso a China y al Japón, y si los medios de comunicación lo permiten, pasaré al Tíbet, donde entraré a un valle misterioso, donde residen los Altos Iniciados que están, hace años, en conexión con el Sumo Supremo Santuario. De la India, al Egipto, y regreso a Montserrat; siendo casi seguro que de la montaña sagrada me regresarán a mi trabajo de Heiligensee, donde he trabajado en los últimos años”.
En la “Enciclopedia Espasa”, se encuentra la biografía sintetizada del Maestro, en la cual se hace el perfil de la recia personalidad de tan ínclito personaje.
Pero todo tiene su opuesto que lo polariza, y veamos algunos apuntes en relación a sus detractores, que también fueron numerosos. En su Revista del 27 de noviembre del año 1930, No. 8, leemos:
“Informo a mis discípulos el fanatismo del librero de Barcelona R. Maynadé, un pseudo teósofo, quien llegó a escribir a Guatemala, con motivo de mi pasado viaje, para que no tuvieran confianza en mí y, aunque él mismo sabía que mentía, no tuvo inconveniente en levantarme calumnias y falsos testimonios. Otros como él, fanáticos también de Costa Rica, hasta circularon cables, advirtiendo el peligro que suponían mis conferencias como Rosacruz”.
“No obstante esto, yo me presenté, asistido como estoy por mi Gurú, en la Universidad para dar mis disertaciones y a ellas invité principalmente a los que consideraba predispuestos contra mí absurdamente, para que me escucharán. El resultado no se hizo esperar y se dieron cuenta de la injusticia del perverso fanatismo de mis detractores, y en ese momento compartimos verdaderos abrazos fraternos”.
“Entonces, escribí humildemente, pero con energía, al librero Maynadé, pidiéndole las pruebas concretas de su divulgación, y le ofrecí que si durante seis meses lograba saber algo positivo en mi contra, si en toda mi vida era capaz de señalar una mancha, que si probaba un solo hecho injusto dentro de mi vida privada o como Rosa-Cruz, prometía solemnemente hacer renuncia en el acto de mi puesto y cedía toda mi hacienda a los pobres”.
“El resultado fue negativo para él. No pudo aportar ninguna prueba y tuvo que confesar que era un calumniador gratuito y un ente descarriado, viviendo con la constante inquietud de ver disminuida la venta de sus libros, y este era el móvil principal de sus hazañas maledicentes sobre los demás y de su actuación como teósofo”.
“Este fue el final. Yo salí con mi frente levantada, mientras que él hoy mira al suelo avergonzado”.
Otra forma de apreciar el definido carácter del Maestro es lo siguiente, tomado de su Revista Rosa-Cruz, del mes de agosto, No. 5, cuando al dirigirse al Reverendo Padre Isidro, expresa lo siguiente:
“Perdone vuestra paternidad la franqueza de mi opinión. Fanatismo es terquedad, emperramiento, capricho en el terreno religioso y significa siempre debilidad. Una persona fuerte íntimamente convencida de una cosa, no necesita emperrarse, encapricharse; será tolerante, porque en el terreno filosófico y religioso, está por encima de las teorías. Vive sus convicciones y deja vivir a las demás las de ellos. El fanatismo es superficialidad. Es falta de consistencia. Es ostentación de algo inerte. Es apariencia… Nosotros no somos antirreligiosos, al contrario, tratamos de imitar al Nazareno y ser cristianos de ejemplo, prácticos y no fanáticos ni interesados. No aceptamos que el Sacerdote sea el único autorizado para estudiar, y nos vamos nosotros también a los textos sagrados a explicarlos, respetando su opinión, que podrá bastarle a ellos, más no a nosotros y esto es todo”.
Refiriéndose al estudio de la filosofía Rosacruz, dice en otra de sus revistas: “…los verdaderos secretos no se publican por medio de libros, solo a los iniciados nos es permitido darlos, y las prácticas que han sido guardadas por siglos y siglos en las arcas sagradas de la Fraternidad Rosacruz, solo las tenemos nosotros, y solo las damos a los iniciados autorizados para comunicarlas”.
En relación a su concepto entre la riqueza y la pobreza, oigamos lo que de su pluma leemos en otra de sus revistas:
“Vamos a comparar las ventajas y peligros en pro y en contra de la riqueza y de la miseria. Las ventajas de una posición acomodada son: un sentimiento de seguridad al estar abrigado contra la miseria, esto es algo indispensable para ser feliz, para estar tranquilo y para ser apto para el estudio, sea cual fuere. La fortuna da mejor salud y energía vital, que luego se traduce en equilibrio nervioso y aumento de sutilidad para la recepción de impresiones y sobre todo, da libertad. Todas las iniciaciones de la antigüedad pedían hombres libres, era y es hasta hoy en día condición “sine qua non”, y no se puede ser libre cuando se es esclavo de las necesidades más apremiantes. No olvidemos que la libertad económica es la base de toda otra libertad. Repito, al hablar de riqueza, yo no me refiero más que a la posición acomodada, que nos brinda una existencia de necesidades satisfechas y la oportunidad de ir en auxilio de otros algunas veces, y no a la acumulación superflua de dinero, que es lo que comúnmente se conoce con el nombre de riqueza. Esta riqueza trae avaricia, el peor vicio y el mayor obstáculo para la iniciación. De manera que, el dinero y la riqueza no son malos de por sí, lo que nos daña es el modo de apreciarles, y lo que debemos procurar, es no encariñarnos con el dinero, sino sentirnos administradores de él; ya que no podemos llevar nada material al otro lado, al morir, no vale la pena encariñarse en el dinero, pero tampoco despreciarlo, porque lo necesitamos para el mantenimiento normal de nuestro instrumento, el cuerpo. Jesús el Nazareno, fue el amigo de los pobres y humildes, pero también tuvo como discípulo predilecto al rico senador romano José de Arimatea”.
De sus andanzas en busca de la verdad nos dice:
El ocultista aprende a manejar todas las fuerzas. Papus producía rayos a voluntad; Nizier Philippe, su Maestro, produjo una vez la caída de varios rayos en pleno sol, sin nubes de ninguna clase; en Santiago de Chile asistimos a las evocaciones hechas por el Rosacruz Arturo Clement, y siempre cuando se presentaba un Maestro, sentimos primero una explosión, un sonido como un tiro de pistola y en el acto este se presentaba. Hoy me explico muchas cosas de una manera natural, lo que me dejaba perplejo en aquellos años, es que todos nuestros fenómenos ocultos tienen una explicación natural y científica, aunque hayan hombres de ciencia que lo nieguen. Los procesos mediumnímicos los aprende a realizar el Rosacruz a voluntad. Por eso estudiad la teoría y realizar la práctica para que saquéis vuestras propias conclusiones”.
Más adelante nos hace conocer la lucha contra sus detractores, analicemos el pasaje siguiente:
“Todos los luchadores como yo, han tenido que pasar por vejámenes y traiciones, Papus, Franz Hartmann, Steiner, Sarak, Heindel; todos han pasado lo mismo, ¿por qué voy a ser yo la excepción?... Mañana, cuando todos deban cruzar el portal de la iniciación, entonces tendrán que pasar las mismas pruebas y entonces medirán la inconsecuencia de lo vivido. La Orden Rosa-Cruz es invisible, funciona como Logia Blanca en el plano astral. Es una cadena esotérica, y a las reuniones solo asisten los verdaderamente iniciados, ese es el camino que todo discípulo realiza hasta llegar a ese portal”.
El Maestro Huiracocha asistió a varios Congresos Internacionales y perteneció a numerosas sociedades científicas. Publicó en español numerosas obras, algunas de las cuales no conocemos, otras nos son muy conocidas. Entre las primeras están: “Mi Sistema”, “Humboldt”, “No Fornicarás”, “Regresando a Matusalén”; entre los segundos tenemos: “Del Incienso a la Osmoterapia”, “Biorritmo”, “Tatwámetro”, “Logos, Mantram, Magia”, “Rosa Esotérica”, “Plantas Sagradas”, y su novela “Rosa-Cruz”, de imponderables contornos iniciáticos. Su mayor atención la dedicó a los estudios ocultistas sobre los que escribió profusamente. Era Comendador Mundial de la Fraternitas Rosicruciana Antiqua y Arzobispo Supremo de la Iglesia Gnóstica. En los últimos años de la segunda guerra mundial, fue perseguido por los agentes del Gobierno Nazista, siendo confiscada gran parte de su valiosa biblioteca. Poco antes de terminar la guerra pudo escapar, librándose así de las penalidades de los campos de concentración, hasta que el 8 de mayo de 1945, entraron las tropas de liberación, dando fin a la gran contienda. Dolorosas fueron las pérdidas sufridas por el Maestro en toda esta trayectoria, pero siempre con la fuerza de su espíritu combativo e, inmediatamente, a pesar de lo quebrantada que se hallaba ya su salud, comenzó una vez más su labor en los países de América hasta el magno día de su paso al gran oriente.
Cuarto Rastro
19 de mayo de 1949. Los bronces de un pueblo de la vieja Alemania, Marburgo, suenan quejumbrosamente. Anunciando el deceso de un ser que ha pasado el umbral tridimensional hacia los planos del ultra, ese ser es el Dr. Arnoldo Krumm Heller Maestro Huiracocha.
En el mismo momento repican a gloria las campanas etéricas del Olimpo, y las Vestales, hermosas y exuberantes, acuden a recibirle para colocar en sus sienes ultrasónicas, la Corona de Laureles que se ciñe a los que han podido escalar la cumbre de la inmortalidad.
Allí está el Maestro… entre el cielo y la tierra, entre el ser y el no ser, pero presente en los dos estados en forma contundente.
¿Con cuáles palabras vamos a delinear Su Jerarquía de Gurú?... ¿Cómo expresar los detalles y contornos que permiten hacer el bosquejo de su Seidad en el plano de la Mente, en los planos de la infinitud?... Tarea ciclópea para titanes solamente; no para cerebro humano, pero, si vamos a confrontar efectos por causas, entonces no necesitamos de esforzarnos mucho, porque en el terreno de los efectos nos van a sobrar elementos de juicio. El Dr. Arnoldo Krumm Heller Huiracocha fue autoridad universal en el mundo de las ciencias físicas y metafísicas.
El Dr. Krumm Heller fue un sabio, hoy su luz se interpenetra en los seres con quienes afina, y se ubican bajo la protección de su poderosa aura, en la aspiración de realizar la verdad. Espíritus pusilánimes, ignorantes, insensatos, osaron difamarlo, difamación que ha sido prueba de su realización egoica, por cuanto pudo ultrapasarla; y como a medida que el tiempo pase y las luces de Acuario vayan liberando la condición mental en lo obscuro de nuestra cárcel terrestre, se agigantará el perfil del Maestro, por cuanto su enseñanza devela el misterio de Escorpión, sístole y diástole, tesis y antítesis del evolucionar.
El Maestro paseó por los cuatro puntos de nuestro planeta su jerarquía de Gran Comendador, doquiera fue, quedaba hecha su labor. Entre los países que no visitó se encuentra el nuestro; a pesar de contar con un pequeño grupo de discípulos y de estar tan cerca, pues, se encontraba en la vecina República de Colombia. Cosas misteriosas de ellos, es en Venezuela donde se le está representando.
Tras el Maestro
El año pasado, en abril, algunos hermanos de Venezuela realizamos una gira, con el propósito fundamental de visitar la Abadía en Stein, Suiza, sede la Ordo Illuminatorum, Ordo Templi Orientis, Iglesia Gnóstica Católica, y Fraternitas Rosicruciana Antiqua. Allí estuvimos entre un buen grupo de hermanos de otros países, quienes habían sido invitados, con motivo de nuestra visita, y con quienes cruzamos ideas acerca de nuestros estudios y experiencias. Tenidas Blancas dirigidas por el frater Paragranus, actual Gran Maestro de las Organizaciones arriba mencionadas. De allí nos desplazamos hacia Alemania, donde visitamos Marburgo, lugar donde el Maestro vivió sus últimos años. Allí en Marburgo, buscando las líneas de orientación respectivas, visitamos el Cementerio donde reposan sus cenizas. El encargado de ese Organismo nos dio algunas informaciones muy importantes, relacionadas con el Maestro. En su tumba, mirando la generosa tierra que guarda celosa sus despojos, ratificamos nuestros votos de servir en su causa luminosa. Como detalle paradójico, en la piedra de su tumba, solo aparecían los nombres de Carlota Krumm Heller y Weleda; nosotros hicimos inscribir en la dura piedra su nombre esotérico y la fecha de su deceso: “Maestro Huiracocha, 19-04-1949”; la mandamos a retocar y cubrimos de macetas de flores, aquella tierra para nosotros tan querida.