En el último número de la Revista de la Rosa-Cruz hablé de la Lealtad y de que la Lealtad debe estar personificada en todos los Rosacruces que, de lo contrario, sólo pueden serlo de nombre y nunca de corazón, es decir, ser eslabones de nuestra cadena.
No olvidemos que como Comandante de la ORDEN, a cargo de España y los países latinoamericanos, dependo del GRAN LUMINAR Rakoczi que dirigió a Hartmann así como a Reuss y Steiner en todos sus trabajos.
Si al primero se le permitió la misión de colaborar con Blavatsky, el segundo tuvo otro cargo. Habiendo muerto ambos, y habiendo pasado a mí la encomienda de Reuss, no he hecho otra cosa que cumplir sus órdenes.
Si algún hermano cree que puede criticar algo como, por ejemplo, el uso de amuletos, esa crítica, en lugar de golpearme a mí, golpea a nuestra GUÍA.
Lo que sí puedo aclarar es que Papus, Hartmann, Steiner, Reuss, Leadbeater, Clement y muchos otros los trajeron y yo mismo, que lo recibí de uno de ellos. Además, el propio maestro Rakoczi lleva amuletos. ¿Podrían compararse los que condenan esta práctica con estos superhombres? No soy partidario de las cosas que huelen a comercio, dicen con aire de importancia, olvidando que no ganamos nada actuando como intermediarios para obtenerlas.
Por supuesto, los que piensan así son buenos rosacruces, al igual que los que no creen en los escapularios son buenos católicos.
Los amuletos son acumuladores de fuerzas cósmicas que animan nuestros poderes interiores. No nos causan el más mínimo daño; sólo pueden alimentar nuestras energías y protegernos. Hay personas que no pueden prescindir de ellas en absoluto y, por tanto, la responsabilidad de quien les aconseja lo contrario es inmensa. El Rosacruz debe ser disciplinado, teniendo siempre presente que todos los actos de un Director son inspirados por el Comendador y que éste actúa en orden y de acuerdo con la Guía.
El Guía tiene sus superiores en planos superiores, esto demuestra la existencia de una Jerarquía Oculta. Olvidar esta verdad es faltar a los deberes. No olvidemos que a pesar de las innumerables sociedades, sólo los miembros de la S.S.S. son los auténticos continuadores de la Augusta Fraternidad Blanca Rosa-Cruz y están en conexión con los Antiguos Misterios.
Las instituciones que llevan el nombre de Rosa-Cruz pueden propagar bellas filosofías, a través de sus libros, pero nosotros tenemos el privilegio de desarrollar poderes y proporcionar LUZ, es decir, lo que es real, verdadero y práctico.
Dr. Krumm-Heller.
(Revista Gnose - abril 1936)