La curación por medio de las plantas, es, sin duda, la terapéutica más antigua que existe. La observación hizo que los primeros médicos viesen que los animales buscan las plantas medicinales en el campo, para curarse de sus enfermedades.
"Los primeros médicos”; ésta es una frase tan vaga, que podría creerse que me refería a Hipócrates o a Galeno, y, sin embargo, voy mucho más a aún. Jorge Sehweinfurth ha encontrado en relieves egipcios, ciento noventa especies de plantas curativas que usaba aquel pueblo prímitivo, algunos miles de años antes de la Era Cristiana; clento diez clases de esas plantas eran cultivadas en campos especiales, en jardines al cuidado de médicos expertos. Las hojas de la parra, el sauce y la yedra, el granado, y muchas otras, se han encontrado en numerosos dibujos, en las cámaras de Karnak; y el rey Thutmosis III, por el año 1500 a. de J. C,, fué un gran protector de los médicos botánicos. El cornezuelo de centeno que usan las comadronas hoy día, ya lo encontramos citado en los tiempos de Amarna. De manera que los médicos actuales que creemos poseer algo propio, nos engañamos, porque toda nuestra práctica está basada en el empirismo de los antiguos.
Muy difícil es, para el arqueólogo, fijar si las civilizaciones azteca e inca son posteriores a la época en que los egipcios estuvieron a la altura de su civilización. Pero el hecho es, que si la medicina actual les debe algo a los egipcios, sin duda con los antiguos mejicanos y peruanos, es aún máyor,
Los mejicanos poseían una planta sagrada para lograr el parto sin dolor, que yo he introducido en la terapéutica moderna, y que los indígenas de Méjico conocían bajo €l nombre de “Cohuahxuheutl hololiokl”. Bajo este nombre la describe el sablo misionero Fray Ximenes, como asimismo el padre Sahagún, quien la clasifica de “xiximatic”.
En Perú y Bolivía, los indios la conocen con otros nombres diferentes, en aimará y quechúa, respectivamente.
Los Incas del Perú dieron tanta importancia a algunas plantas, que la “coca”, de la que hacemos hoy la. cocaína, era la única moneda del imperio de Mancokapac, y la “quina” era aplicada con mucha más frecuencia y con-más éxito que hoy día la usamos,
La lues, que se pretende hoy día curar con el salvarsán, era realmente curada con el “guaco" y la “zarzaparrilla”; pero esás plantas se cosechaban bajo ciertas constelaciones astrológicas, en que la virtud curativa de las plantas era efectiva.
El “curare” para envenenar la de punta de las flechas; era preparado por los Incas, y producía' una muerte instantánea; y tal veneno lo llamaban “"Miu-Nakkak"”. Más puede sostenerse que ellos prepaparaban con él un gas venenoso, aún más mortífero que los usados recientemente en la Guerra Mundial.
Yo conocí a un curandero, en el Perú, cerca de Paucartambo, que, mediante una infusión de algunas plantas y cantáridas, hacía tener a un viejo de 80 años la juventud de un mozalbete. Lo mismo consiguen los hindúes con el “lucutate”,
En el corto espacio de que dispongo en esta revista, no puedo dar mayor extensión a este asunto. Pero invito a los médicos peruanos, a que estudien los origenes de la Medicina incásica, que en ella hay aún tesoros escondidos.