alas de pájaro y cuerpo y pies de león.
Otros le atribuyen cuerpo de perro y cola de serpiente.
Se dice que devastó el país de Tebas, proponiendo enigmas a los hombres
y devorando a los que no pudieron resolverlos.
PRESENTACIÓN
El objetivo principal de este breve examen sobre los Misterios de Baphomet es proporcionar algunas orientaciones iniciales sobre el tema, permitiendo así que cada estudiante encuentre aportes para formar gradualmente su propia opinión, a fin de poder evaluar mejor lo que se encuentra o divulga habitualmente en los círculos iniciáticos actuales.
Entre las numerosas acusaciones formuladas contra los templarios, una de ellas cobró especial notoriedad, ya que apuntaba a la adoración de una especie de ídolo, algo diabólico, entendido como un símbolo místico utilizado por los acusados en sus supuestos rituales nefastos. En la época de las acusaciones, se decía que en las ceremonias secretas los templarios adoraban a un diablo desconocido, que aparecía en forma de gato, de calavera o de cabeza con tres caras. (3) Sin embargo, examinando la acusación presentada por Clemente V, encontramos originalmente(4) lo siguiente: item quod ipsi per singulas provincias habeant idola; videlicet capita quorum aliqua habebant tres facies, et alia unum; et aliqua cranuim humanum habebant. (5) En la acusación, aunque se menciona la adoración de una "cabeza", una "calavera" o un "ídolo de tres caras", no se menciona nada, específicamente, sobre el apelativo Baphomet.
Entonces, si no hay forma de relacionar históricamente a los Caballeros Templarios directamente con Baphomet, ¿de dónde vendría entonces este término?
ORIGENES
No se sabe con exactitud dónde se originó el término Baphomet. Uno de los posibles orígenes, sin embargo, se atribuye a las investigaciones del arqueólogo austriaco barón Joseph Von Hammer-Pürgstall,(6) un no simpatizante del ideal templario, que en 1816 escribió un tratado sobre los supuestos misterios de los templarios y Baphomet,(7) sugiriendo que la expresión procedía de la unión de dos palabras griegas, "Baphe" y "Metis", que significan "Bautismo de la Sabiduría". Basándose en esta conjetura, Von Hammer especula libremente sobre la posibilidad de la existencia de Rituales de Iniciación, en los que se admitirían tanto los misterios como los secretos venerados por la Orden del Temple.
Dada la aversión de Von Hammer a los templarios, los estudiosos del tema aceptan su tesis con reservas, aunque la mencionan como posible referencia original del término Baphomet. La tesis de Von Hammer, sin embargo, aunque muy criticada por algunos, encuentra buena receptividad por parte de otros ocultistas, especialmente entre los "teósofos" de Madame Blavatsky, ya que su comprensión apunta a la antigua Grecia como origen plausible de Baphomet. Relacionándolo también libremente con el dios griego Pan, Blavatsky ve en Baphomet un hombre andrógino, con un enorme conjunto de enseñanzas de orden hermético y filosófico.(8)
También de las investigaciones de Von Hammer(9) proceden algunas ilustraciones, que probablemente, unas cuatro décadas más tarde, sirvieron de base a Eliphas Levi para concebir su propia ilustración de Baphomet, de la que nos ocuparemos próximamente. Según Von Hammer,(10) de acuerdo con sus descubrimientos, los ídolos templarios eran degeneraciones tardías de los ídolos gnósticos valentinianos, el más imponente de los cuales era una extraña figura de un anciano barbudo con un solemne aspecto faraónico. Una característica muy llamativa de todas las figuras era la fuerte presencia de rasgos hermafroditas o andróginos, rasgos que, según la descripción de Von Hammer, avalarían plenamente las acusaciones de perversión formuladas por el clero contra los templarios.
De esta descripción se desprende otra referencia que dice mucho sobre el misterio que rodea al nombre de Baphomet: apunta a la imagen de un "anciano", que sería adorado por los templarios. Este "anciano" tenía las mismas características que Príapo, el creado "antes de que todo existiera". Sin embargo, la misma imagen, que a veces aparece con las armas cruzadas en el pecho, sugiere una proximidad con el dios egipcio Osiris, y algunos incluso afirman que Osiris es el verdadero Baphomet de los templarios.(11)
Siguiendo la misma lógica y pensando que la palabra Baphomet provendría de la antigua Grecia, existe también la hipótesis de que su origen está en la conjunción de las palabras "Baphe" y "Metros", algo así como "Bautismo de la Madre".(12) Por otro lado, basándose en este razonamiento, existe otra proposición raramente mencionada en los estudios sobre Baphomet, que señala que "Baphe" y "Metros" son una corrupción de Behemot,(13) un ser bíblico fantástico(14) de origen hebreo. Esta teoría es importante, ya que Behemot se menciona (y a veces se traduce) como un gran Hipopótamo hembra que habitaba las aguas del río Nilo, siendo una de las representaciones de la "Gran Madre", esposa del Dios Seth.(15) En la concepción egipcia de los dioses, el Hipopótamo hembra es una especie de contraparte del Cocodrilo (Tifón), de la misma manera que existen el Behemot y el Leviatán bíblicos.(16)
Según el investigador Raspe,(17) otra definición que adquiere importancia, sobre todo cuando se trata de los cultos que actualmente se rinden a Baphomet, muestra al supuesto ídolo de los templarios como una fórmula procedente de las doctrinas gnósticas de Basílides. En este sentido, las palabras presentadas anteriormente, que originaron el término Baphomet, serían "Baphe" y "Metios". Así, tendríamos la expresión "Tintura de la Sabiduría", o el ya presentado "Bautismo de la Sabiduría", como significado de Baphomet.
Blavatsky también relaciona a Baphomet con Azazel,(18) el chivo expiatorio del desierto, según la Biblia cristiana,(19) cuyo significado original -según la famosa ocultista rusa- fue deplorablemente tergiversado por los traductores de las Sagradas Escrituras. Blavatsky también explica que Azazel proviene de la unión de las palabras Azaz y El, cuyo significado toma la forma de un interesante "Dios de la Victoria". A pesar de esta definición, en sus preceptos, Blavatsky va más allá, cuando equipara a Baphomet -el macho cabrío andrógino de Mendes- con el Akasha puro, la Primera Materia de la Gran Obra.(20)
Entre tantas referencias casi inconexas, no podemos dejar de mencionar la curiosa tesis que dice que la palabra Baphomet no es más que una simple corrupción francesa del nombre Mahoma.(21) Esta conjetura, apoyada por el erudito masón Mackey,(22) está en consonancia con la suposición de que los templarios estaban bajo la influencia de las doctrinas islámicas, consecuencia de sus frecuentes incursiones en Oriente durante las Santas Cruzadas. Sin embargo, como señala acertadamente Mackenzie,(23) esta sospecha entraría en conflicto directo con la premisa templaria de combatir la fe islámica. También hay que tener en cuenta que la religión islámica no adora ídolos, lo que representaría una contradicción, teniendo en cuenta que Baphomet era de hecho un ídolo adorado por los templarios.
Teniendo en cuenta la posibilidad de que la palabra Baphomet tenga raíces árabes, se especula también con que sea una corrupción de Abufihamat (o incluso Bufihimat, como se pronuncia en España), expresión morisca para "Padre del Entendimiento" o "Cabeza del Conocimiento".(24) Si recordamos las acusaciones vertidas contra los Caballeros Templarios, de que adoraban a una "Cabeza", vemos en esta hipótesis algo plausible de ser aceptado.
LA "CABRA DE MENDES" DE ELIPHAS LEVI
A pesar de todas las alusiones realizadas hasta ahora, la figura de Baphomet que se ha hecho más famosa, sirviendo de principal referencia para los ocultistas actuales, es incluso la acuñada en el siglo XIX por el abad Alfonse Louis Constant, más conocido por el lema Eliphas Levi Zahed, o simplemente Eliphas Levi. Según la descripción del Abad, publicada por primera vez en 1854, la imagen de Baphomet, la Cabra de Mendes o incluso la Cabra del Sábado, se representa así(25) :
Figura panteísta y mágica del absoluto. La antorcha colocada entre los dos cuernos representa la inteligencia equilibradora del ternario; la cabeza de cabra, sintética, que reúne algunos caracteres del perro, del toro y del asno, representa la responsabilidad de la materia sola y la expiación, en los cuerpos, de los pecados corporales. Las manos son humanas para mostrar la santidad de la obra; hacen el signo del esoterismo arriba y abajo, para recomendar el misterio a los iniciados y muestran dos medias lunas, una blanca que está arriba, la otra negra que está abajo, para explicar las relaciones del bien y el mal, la misericordia y la justicia. La parte inferior del cuerpo está cubierta, una imagen de los misterios de la generación universal, expresada únicamente por el símbolo del caduceo. El vientre de la cabra está escamado y debe ser de color verde; el semicírculo que está en la parte superior debe ser azul; las patas, que suben hasta el pecho, deben ser de varios colores. La cabra tiene pecho de mujer y, por tanto, sólo lleva de la humanidad los signos de la maternidad y del trabajo, es decir, los signos redentores. En su frente y bajo la antorcha vemos el signo del microcosmos o pentagrama apuntando hacia arriba, símbolo de la inteligencia humana, que, así colocado bajo la antorcha, hace de la llama de ésta una imagen de la revelación divina. Este panteón debe tener un cubo como asiento, y una sola bola o una bola y un escabel triangular como plataforma.
Debido a la eficacia de su ideación, Levi hace creer a propósito que exactamente esta forma de Baphomet era la que estaba presente en la celebración de los Antiguos Misterios. Aunque Levi logró concebir una efigie impresionante y sintética, llenándola de múltiples significados, no hay manera de aceptarla como el "verdadero" Baphomet, sino sólo como un fruto de la fértil imaginación religiosa del Abad. Llegando un poco más lejos, diríamos incluso que esta idea se inspiró libremente, entre otras influencias, en la curiosa representación del Diablo, esculpida unos años antes, en 1842, en el pórtico de la iglesia de Saint-Merri, en París.(26)
En cualquier caso, del texto de Levi se desprende que para concebir la "figura exacta de este emperador de la noche", por utilizar las palabras del propio Abad,(27) recibió una fuerte influencia de una serie de informaciones procedentes de las más diversas culturas. Así, ya sea su fuente los dibujos e ídolos descubiertos por Von Hammer, o Egipto o Grecia, o las culturas hebrea, cristiana o gnóstica, e incluso Zoroastro, Levi extrajo elementos de cada una de ellas para concebir su extraordinaria Cabra del Sábado.
Sin embargo, a pesar de las diversas fuentes alegadas, merece la pena que el estudiante más atento examine con redoblado cuidado el grabado llamado "Hermafrodita de Khunrath",(28) citado como fuente por el Honesto Abad, ya que tiene un sorprendente parecido con la concepción de Levi de la Cabra de Mendes.
La emblemática figura de la Cabra de Mendes de Eliphas Levi fue una de las primeras, si no la primera, en asociar directamente la cabra con el ídolo templario. Es muy probable, dada la condición de sacerdote católico del abad Alfonse Louis Constatnt, que la imagen bíblica del sacrificio del chivo expiatorio le sirviera de inspiración. La cabra en Egipto, sin embargo, no tenía gran significado religioso, salvo este culto sacrificial, promovido en la ciudad de Mendes.(29) De ahí el nombre elegido por Leví, la "Cabra de Mendes".
Sin embargo, es significativo mencionar que la cabra, del mismo modo que se atribuye a la oveja, ha sido siempre un símbolo de fertilidad, libido y fuerza vital. (30) Es decir, se acostumbra a asociar a los carneros, o corderos, como símbolos de los aspectos considerados "positivos" de las deidades, mientras que las cabras se reservarían para los "negativos". Así, mientras el primero se asocia a una imagen de pureza, vida y santidad, el segundo se asocia a la lujuria, el sacrificio y la perversión. En ambos casos, sin embargo, es importante señalar que tanto el carnero como el macho cabrío son claros símbolos de las divinidades solares, siendo el primero la exaltación de la divinidad, mientras que el segundo es la expiación y muerte del dios.
En una variante de este símbolo, el carnero es sustituido por otra cabra, convirtiéndose así en dos cabras utilizadas ritualmente. La primera mención de este culto aparece en el Levítico, exactamente en el mencionado Servicio del Chivo Expiatorio.(31) En esta ocasión, durante las fiestas, el Sacerdote recibía dos machos cabríos y según el resultado de una elección al azar uno de ellos era inmolado mientras que el otro era liberado. Es interesante si recordamos el rito de elección entre Jesús y Barrabás, donde uno fue sacrificado y el otro liberado.
Lo más importante por el momento, sin embargo, es recordar que tales consideraciones llevan en sí mismas un eterno juego de opuestos, que se presenta a veces en forma de aspecto luminoso, a veces en forma de aspecto sombrío. El dualismo es la característica más evidente del grabado de Eliphas Levi. En ella encontramos propiedades masculinas y femeninas, diurnas y nocturnas, sugiriendo el equilibrio de la creación a través del retorno a la androginia primordial. El misticismo sufí, que incluye una herencia islámica supuestamente absorbida por los templarios, menciona que la salvación sólo existirá si se supera la ilusión de la dualidad de este mundo de apariencias y errores mediante el retorno a la unidad original.(32)
El SOLVE ET COAGULA y el "Hermafrodita" de Khunrath
Las inscripciones SOLVE et COAGULA en la imagen de Eliphas Levi son otro claro ejemplo del enfoque dualista de su Baphomet. Originalmente presentes en los antebrazos del "Hermafrodita de Khunrath" (imagen inferior), estos dos misteriosos preceptos muestran que el Andrógino domina completamente el mundo elemental, actuando sobre la naturaleza, de forma totalmente omnipotente.(33) Las inscripciones son dos polos que marcan el clíus solar de la Vida, compuesto por la Generación, el Nacimiento y la Muerte, para luego tener una nueva Generación que continuará el ciclo interminable de la Vida. Sin embargo, la fórmula Solve et Coagula no se limita a la vida material. Podemos comprender aquí que el espíritu poco evolucionado, o espíritu primario, encontrará los medios para transformarse en un espíritu evolucionado, un espíritu superior. A esta propiedad de transformación, o mejor, al elemento que permite esta transformación, los Maestros han dado el nombre de Mercurio Filosofal, o Agua de los Sabios,(34) supuestamente la misma Tintura de la Sabiduría, de la que hablaba el gnóstico Basílides todavía en el siglo II.
La imagen del Baphomet de Eliphas Levi, finalmente, es la representación emblemática de este Mercurio Filosofal o del Andrógino Primordial.
También de Eliphas Levi proviene otra explicación muy curiosa sobre el origen del nombre Baphomet. Según el docto Abad, esta palabra era la forma cifrada de decir TemOHPAB,(35) una especie de acróstico inverso de Baphomet, que formaría la estupenda frase iniciática Templi Omnium Hominum Pacis ABbas.(36) La explicación del acróstico, sin embargo, no aporta más aclaraciones al término Baphomet, aparte de la ya conocida mención de la Primera Unidad.
OTRAS DOS HIPÓTESIS: SOPHIA Y ADAM
Otra técnica cabalística de encriptación de mensajes (llamada Athbsh) sugiere que el verdadero significado de algunas palabras sólo aparece si se escribe otro término después de la palabra original. Según esta regla, la primera letra del alfabeto hebreo (Aleph) equivaldría de hecho a la última letra (Tau), la segunda letra (Beth) correspondería a la penúltima letra (Shin), la tercera letra (Gimel) a la antepenúltima letra (Resh) y así sucesivamente. La palabra BaPhOMeT, en este caso escrita con las letras hebreas Beth, Pe, Vav, Mem y Tau aparece, tras la aplicación de esta técnica, como Shin, Vav, Pe, Yod, Aleph, correspondiendo entonces a la palabra SOPHIA, Sabiduría en griego.
Siguiendo con la teoría que señala a Baphomet como el Hermafrodita, se puede hacer un extraordinario paralelismo entre esta efigie y la cita bíblica "Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, lo creó macho y hembra"(37) Examinando el texto latino encontraremos: ad imaginem suam Dei creavit illum, masculum et feminam creavit eos, es decir "a su imagen lo creó Dios, lo creó macho y hembra". Así, como muestran las Sagradas Escrituras, Dios creó un Adán que era a la vez varón y mujer, un andrógino.(38) Adán, por tanto, el primer ser de la naturaleza, estaba dotado de las dos naturalezas del andrógino. Baphomet aparece entonces como un icono tardío del hombre primordial, Adán.
SIGLO XX: BAPHOMET Y ALEISTER CROWLEY
Las alusiones sobre la expresión Baphomet, aquí presentadas, son de extremo valor para los estudiantes de magia y simbolismo iniciático. Aunque el volumen de reflexiones realizadas es ya considerable, una nueva y reciente forma de aproximación a estos Misterios ha ido ganando terreno en el estudio de la Tradición, principalmente en los aspectos relacionados con lo que hoy se denomina neotemplarismo y neognosticismo.
A lo largo de las obras de Crowley, hay muchas referencias a Baphomet, al que llamó "Misterio de los Misterios" en el canon central de su religión, un canon compuesto en forma de misal llamado Liber XV - La Misa Gnóstica.(39) Tal fue su identificación con Baphomet que este nombre fue adoptado como uno de sus más preclaras seudónimos o Motes Mágicos. El tema es tan relevante que en los rituales de iniciación de la Ordo Templi Orientis, una de las Órdenes lideradas por Crowley, prácticamente todas las consagraciones se hacen en nombre de Baphomet, sin importar si los consagrados son conscientes o no del significado de tal acto y menos aún de sus futuras implicaciones. Tal es el protagonismo del concepto implícito al término que en el Grado VI de la citada Orden, a modo de ilustración, en una clara referencia a sus supuestas raíces orientales, se declara que la palabra Baphomet es la que sostiene los Ocho Pilares (las ocho letras que forman la palabra) que sostienen el Cielo de los Cielos, la Bóveda del Sagrado Templo de los Misterios, en el que está el Trono del Rey Salomón.(40)
También en su Misa Gnóstica, Crowley identifica a Baphomet con un símbolo llamado "León-Serpiente"(41) El León-Serpiente, como Baphomet, es la representación del andrógino o hermafrodita. Más concretamente, es un compuesto que posee en sí mismo el equilibrio de las fuerzas masculinas y femeninas transmutadas en un solo elemento. El León-Serpiente, de hecho, es una forma cifrada de mencionar la concepción humana, la unión de los principios masculinos (León) con los femeninos (Serpiente), o del espermatozoide con el óvulo, formando el cigoto. Hay, siguiendo los preceptos de Crowley, varias formas de mencionar esta dualidad: Sol y Luna, Fuego y Agua, Punto y Círculo, Baqueta y Copa, Sacerdote y Sacerdotisa, Pene y Vagina, además de varios otros pares de polares eternos.
Originalmente, el símbolo representado por la Serpiente-León aparece en algunos de los documentos gnósticos más antiguos, que se remontan a principios del siglo II de nuestra era. Presentado en forma de figura arcóntica con cabeza de león y cuerpo de serpiente, el Leontocéfalo era la imagen misma del Demiurgo del Mundo, siendo la versión gnóstica del Jehová mosaico. (42) Crowley, al utilizar este mismo simbolismo, pretendía rescatar los cultos de un cristianismo hoy considerado primitivo.
Sin embargo, Crowley y sus adeptos no se limitan a demostrar el Misterio de forma puramente alegórica. La "Luz de la Gnosis", como se denomina, se celebra de forma literal. Así, el punto álgido de la puesta en escena de su misal consiste en la celebración del Misterio Supremo, es decir, durante la realización de las Misas Gnósticas se produce la comunión, por parte de todos los participantes de la Ceremonia, de las hostias, también llamadas Hostias del Cielo, o Pasteles de Luz, preparadas con semen y fluido menstrual. (43) Según Crowley, Baphomet, bajo el nombre de León-Serpiente, surge de este compuesto, de la Materia Primordial, originada en la Gran Obra, es decir, del acto sexual entre Sacerdote y Sacerdotisa. A través de los supuestos poderes mágicos de los Operadores de Rito de la Gran Obra, la Materia Primordial se transmuta en "Elixir", o Amrita.(44) La Gran Obra, sin embargo, a través de las propiedades mágicas de la fórmula de Baphomet, seguiría teniendo la capacidad de transmutar también los Operadores de Rito, y no sólo las sustancias que la componen.(45)
Baphomet, tal como lo concibe Crowley, es entonces el Elixir o Tintura de la Sabiduría, el vehículo de la Luz de la Gnosis, que constituye el Gran Misterio Místico, también llamado el secreto central de su Ordo Templi Orientis. Crowley también consideraba a Baphomet como el Misterio Mágico supremo de los Templarios, un secreto que se concentraría en los grados superiores de su Orden. Asimismo, afirmó que se trataba del mismo misterio oculto a los grados superiores de la masonería.(46)
Crowley y sus discípulos se consideran herederos de este conocimiento que, según ellos, fue transmitido de generación en generación, desde tiempos remotos hasta ellos mismos, sus sucesores, a través de los Santos Gnósticos. Es curioso observar que entre los innumerables santos relatados por Crowley en su Misa Gnóstica,(47) están presentes los nombres de Valentín y Basílides, los mismos gnósticos ya mencionados aquí, cuyas doctrinas supuestamente dieron origen al término Baphomet. Incluso en el Credo de su religión, recitado en esta misma Ceremonia, hay una referencia oculta a Baphomet o Serpiente-León, en forma del mencionado "Bautismo de la Sabiduría", acto responsable del Milagro de la Encarnación(48) (es decir, la reproducción humana).
Crowley también utiliza una forma particular de deletrear Baphomet, forma que, según su relato, le fue revelada en visiones obtenidas mientras realizaba ciertos trabajos mágicos.(49) Así, esta palabra aparece curiosamente deletreada como BAFOMIThR.(50) Con esto, Crowley - externamente - sugiere que el término Baphomet es para él equivalente a lo que Pedro representó para Cristo,(51) es decir, análogamente, sobre esta "piedra" fundamental, Baphomet, Crowley construyó su Iglesia. (52) Sin embargo, internamente, en uno de los Grados Superiores de su Orden, dado el carácter supuestamente templario, según la interpretación personal de Crowley de este tipo de misterio, en sus diarios la palabra BAFOMIThR(53) aparecía a veces indicando Ritos de Magia Sexual donde había práctica de sodomía.(54)
Sin embargo, las concepciones de Crowley no se detienen ahí. Parece que la amplitud de los valores presentes en sus enseñanzas relacionadas con Baphomet es tal que se tiene la clara impresión de que utilizó todos los atributos de esta imagen para enviar un mensaje, apropiado para la difusión y justificación de su religión.
CONCLUSIÓN
Aunque se ha hablado mucho de la cuestión de Baphomet, sólo una cosa es irrefutablemente cierta: Los Misterios de Baphomet seguirán adelante, dando la oportunidad a cada uno de sus Estudiantes de penetrar en un rico y fantástico universo de signos, símbolos y enigmas por desvelar.
El propio enigma de la Esfinge egipcia nos desafía y amenaza, prometiendo maravillas al tiempo que nos pregunta por su misteriosa naturaleza. Tal vez lo mejor que podemos hacer en este momento, después de considerar tanto sobre esta otra enigmática Esfinge, Baphomet, es seguir el sabio ejemplo de uno de los más grandes Maestros Gnósticos, el propio Basílides, conocido como el Maestro del Silencio,(55) y quedarse quieto.
Dejando espacio al Silencio, damos paso a la reflexión. Reflexionando, confiamos en que la verdadera Fraternidad, la que se reúne en la Iglesia Invisible del Espíritu Santo, seguirá siempre proporcionando nuestro sustento espiritual, sin los excesos tan comunes a la falsa religión, sino con la tranquilidad de la Verdadera Sabiduría, que garantizará la justicia y la perfección para todos sus Verdaderos Adeptos.
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NOTAS:
01) Demurger, Alain. Los Caballeros de Cristo, Jorge Zahar Editor (Río de Janeiro, 2002); p. 191.
02) Figueiredo de Lima, Adelino. Os Templários, Bradil (Río de Janeiro, 1972); p. 41.
03) Read, Piers Paul. Los Templarios, Imago Editora (Río de Janeiro, 2001); p. 286.
04) Citado por Mackey, Albert Gallatin. Enciclopedia de la Francmasonería, Editorial Grijalbo (México, 1981). Vol. I, p. 205.
05) "también en todas las provincias tienen ídolos o cabezas representativas, algunas con tres caras, otras con una y algunas con un cráneo humano".
06) Citado por Mackenzie, Kenneth. The Royal Masonic Cyclopedia, The Aquarian Press (Inglaterra, 1987), p. 67.
07) Von Hammer-Pürgstall, Joseph. Mysterium Baphometis Revelatum, (1816). Véase también Hammer-Purgstall, Joseph von Hammer-Purgstall, Die Geschichte der Assassinen (Stuttgart-Tubingen, 1818); traducción al inglés: The History of the Assassins, tr. O.C. Wood (Londres, 1835).
08) Blavatsky, Helena P. Glossário Teosófico, Editora Ground (São Paulo, edición sin fecha).
09) Citado por King, Charles William. The Gnostics and Their Remains, Wizards Bookshelf (Minneapolis, 1973), p. 128.
10) Citado por Angebert, Jean-Michel. Hitler et la tradicion Cathare, Ediciones Robert Laffont (París, 1971); cap. III.
11) King, C. W. - Op. Cit.
12) King, C. W. - Op. Cit., p. 406.
13) King, C. W. - Op. Cit.
14) Job, 40:10-15.
15) Graves, Robert; Patai, Raphael. Los Mitos Hebreos, Alianza Editorial (Madrid, 1988); p. 46.
16) Graves, Robert; Patai, Raphael. Op. cit., p. 43.
17) Citado por King, C. W. - Op. Cit. , p. 407.
18) Blavatsky, Helena P. Isis Sin Velo, Ediciones Novedades de Libros (México, 1954); volumen III, p. 413.
19) Levítico, 16:5-10.
20) Blavatsky, Helena P. A Doutrina Secreta, Editora Pensamento (São Paulo, 1973); vol I, p. 286.
21) King, C. W. Op. Cit.
22) Mackey, A. G., op. cit., vol. I, p. 205.
23) Mackenzie, Kenneth. Op. Cit.
24) Shah, Idries. Los sufíes, Círculo del Libro (São Paulo, 1991); p. 252.
25) Levi, Eliphas. Dogma y Ritual de la Alta Magia, Editora Pensamento (São Paulo, 1963); p, 448.
26) Demurger, Alain. Auge y Caída de los Templarios, Ediciones Martinez Roca, (Barcelona, 1986); p. 261.
27) Levi, Eliphas. Op. cit., p. 323.
28) Véase el análisis "El andrógino de Khunrath", presente en: Guaita, Stanislas. No Umbral do Mistério, Ed. Martins Fontes (São Paulo, 1985); p. 73. Originalmente esta imagen fue publicada por Heinrich Khunrath, en Amphitheatrum sapientiae aeternae (Hamburgo: s.n., 1595).
29) Lurker, Manfred. The Gods and Symbols of Ancient Egypt, Thames and Hudson (Londres, 1980); p. 55.
30) Chevalier, Jean; Geerbrant, Alain. Diccionario de símbolos, José Olympio Editora (Río de Janeiro, 2000); p. 134.
31) En el Levítico, 16:5-10.
32) Chevalier, Jean; Geerbrant, Alain. Op. cit., p. 52.
33) Guaita, Stanislas. Op. Cit.
34) Fulcanelli. Las mansiones del filósofo, Edições 70 (Lisboa, 1977); p. 237.
35) Levi, Eliphas. Op. cit., p. 329.
36) "Padre del Templo, Paz Universal de los Hombres".
37) Génesis, I:25. También encontramos referencia a este principio en Mateo, 19:4 y en Marcos, 10:6.
38) Fulcanelli. Op. cit., p. 182.
39) Crowley, Aleister. Magick, editado por John Symonds y Kenneth Grant, Samuel Weiser, (Maine,1987); p. 424.
40) King, Francis. The Secrets Rituals of the O.T.O., Samuel Weiser (Nueva York, 1973); p. 164.
41) Crowley, Aleister. Op. cit., p. 424.
42) Gómez de Liaño, I. El Círculo de Sabedoria, Ediciones Siruela (Madrid, 1998); p. 139.
43) Kenneth, Grant. Hecate's Fountain, Skoob Books Publishing (Londres, 1992); p. 103.
44) King, Francis. Sexuality, Magic & Pervesion, Feral House (Los Ángeles, 2002); p 98.
45) Kenneth, Grant. Beyond the Mauve Zone, Starfire Publishing (Londres, 1999); p. 201.
46) Kenneth, Grant. Op. cit., p. 31.
47) Crowley, Aleister. op. cit.
48) Crowley, Aleister. Op. Cit. p. 424.
49) "Los trabajos de Amalantrah", realizados en 1918.
50) Crowley, Aleister. The Magickal Record of the Beast, editado por John Symonds y Kenneth Grant, Duckworth, (Londres, 1993); p. 54.
51) En el entendimiento de Crowley, "BAFOMIThR", según la Gematria, técnica de atribución de valores a las letras, tiene un valor igual a 729. Es el mismo atribuido a la palabra griega "Kephas", que significa "piedra".
52) Mateo, 16:18.
53) Mencionado por Crowley como la "Fórmula 729".
54) Crowley, Aleister. Op. Cit. p. 179.
55) Salvan, Paule. En el prefacio de Gillabert, Émile. Jésus et la Gnose, Dervy-Livre (París, 1981); p. 17.
por
Carlos Raposo
Publicado en:
Revista Sexto Sentido #45
Octubre de 2003, por Mythos Editora
Tomado de:
SCRIBATUS