Todas las escuelas espiritualistas, llámense como quieran, tienen un gran defecto y es, que como las religiones, esperan del participante que se atenga a lo que los demás dicen. Aunque no lo confieran, basta rasguñar un poco y nos encontramos con dogmas escondidos. Se necesita fé.
La Fraternidad Rosa-Cruz hace una hermosa excepción. Esto no quiere decir que muchas corporaciones o sociedades, que falsamente se dicen Rosa-Cruz, no sean otra cosa que un centro, una logia, un círculo más, que en nada se diferencian de los téosofos o espiritualistas, aunque no aceptan las prácticas de los últimos, mas sí, íntegras las teorías.
Los Rosa-Cruz somos los únicos y los primeros que nos valemos de la ciencia exacta para explicar muchos fenómenos de los que otros hablan, pero no comprenden. Hemos hablado ya de las glándulas endocrinas. Estas glándulas no están conectadas directamente con el cerebro, sino con el gran simpático. Es verdad, que ese gran sistema nervioso, está también conectado con el cerebro, pero no recibe órdenes directas. Veamos un ejemplo: Se recibe una noticia triste y nos ponemos a llorar. No porque queremos llorar, sino que lloramos sin querer, sin poderlo evitar. Si la actividad de las glándulas lacrimales dependiera del cerebro, podríamos dejar o principiar a llorar cuando quisiéramos, como podemos hablar o levantar un brazo cuando se nos antoja.
Discípulo que recibes mis instrucciones, piensa en esto. No quiero hacer consideraciones sobre la glándula, que produce la insulina, en nuestro organismo y por allí explicar que muchos casos de diabetes, son debidos a sufrimientos morales, sino quiero quedarme con el ejemplo de las lágrimas.
Tenemos pues que no se puede llorar a voluntad, es decir, conscientemente, sino que el llanto depende del subconsciente y sin embargo las grandes artistas, lloran a voluntad, como lo hemos visto muchas veces con las grandes figuras del drama. La Guerrero lloraba cuando la escena lo exigía y es, que las artistas dominan el subconsciente. Cómo lo logran? Pues a punta de ejercicio, de vivir para el arte. Exactamente como se puede pues hacer funcionar a voluntad las glándulas lagrimales, podemos hacer funcionar o dejer paralizadas a otras. Si con la naturalidad de su llanto logran las artistas arrancar «plausos, triunfos y grandes honorarios de los empresarios, los Rosa Cruz logramos otras cosas milagrosas al hacer funcionar otras glándulas con objeto determinado.
Ciencia Rosa-Cruz es hacer funcionar glándulas internas y poner al cuerpo físico en tal estado, de que, el astral se separe y luego sigue lo demás, que nó podemos hablar en este artículo. Ciencia Rosa-Cruz es hacer ejercicios y prácticas y no la repetición eterna de la fraseología teosófica.
Yo, hace treinta años, que, ya sea al hablar de magia sexual o de magia ceremonial, no me canso de llamar la atención a los teósofos, sobre las glándulas sin haber sacado más, que conquistarme el nombre de Mago gris.
A mi gran amigo Roso de Luna, al cual respeto y quiero, le he hablado en muchas ocasiones de ésto, pero nunca me ha querido escuchar.
Pasarán los años... la ciencia oficial avanzará, se producirán fenómenos grandiosos a voluntad de cualquiera, se harán cosas que eran hasta el presente sólo del resorte de los ocultistas y entonces se recordarán de mi, que no llegué a ser oído, sino por mi grupo propio y que muchos, muchísimos que están en las filas teosóficas, tendrán a mi lado un campo precioso para ensanchar sus conocimientos si tomasen el camino único de la Rosa-Cruz.
Los Rosa-Cruz somos los únicos y los primeros que nos valemos de la ciencia exacta para explicar muchos fenómenos de los que otros hablan, pero no comprenden. Hemos hablado ya de las glándulas endocrinas. Estas glándulas no están conectadas directamente con el cerebro, sino con el gran simpático. Es verdad, que ese gran sistema nervioso, está también conectado con el cerebro, pero no recibe órdenes directas. Veamos un ejemplo: Se recibe una noticia triste y nos ponemos a llorar. No porque queremos llorar, sino que lloramos sin querer, sin poderlo evitar. Si la actividad de las glándulas lacrimales dependiera del cerebro, podríamos dejar o principiar a llorar cuando quisiéramos, como podemos hablar o levantar un brazo cuando se nos antoja.
Discípulo que recibes mis instrucciones, piensa en esto. No quiero hacer consideraciones sobre la glándula, que produce la insulina, en nuestro organismo y por allí explicar que muchos casos de diabetes, son debidos a sufrimientos morales, sino quiero quedarme con el ejemplo de las lágrimas.
Tenemos pues que no se puede llorar a voluntad, es decir, conscientemente, sino que el llanto depende del subconsciente y sin embargo las grandes artistas, lloran a voluntad, como lo hemos visto muchas veces con las grandes figuras del drama. La Guerrero lloraba cuando la escena lo exigía y es, que las artistas dominan el subconsciente. Cómo lo logran? Pues a punta de ejercicio, de vivir para el arte. Exactamente como se puede pues hacer funcionar a voluntad las glándulas lagrimales, podemos hacer funcionar o dejer paralizadas a otras. Si con la naturalidad de su llanto logran las artistas arrancar «plausos, triunfos y grandes honorarios de los empresarios, los Rosa Cruz logramos otras cosas milagrosas al hacer funcionar otras glándulas con objeto determinado.
Ciencia Rosa-Cruz es hacer funcionar glándulas internas y poner al cuerpo físico en tal estado, de que, el astral se separe y luego sigue lo demás, que nó podemos hablar en este artículo. Ciencia Rosa-Cruz es hacer ejercicios y prácticas y no la repetición eterna de la fraseología teosófica.
Yo, hace treinta años, que, ya sea al hablar de magia sexual o de magia ceremonial, no me canso de llamar la atención a los teósofos, sobre las glándulas sin haber sacado más, que conquistarme el nombre de Mago gris.
A mi gran amigo Roso de Luna, al cual respeto y quiero, le he hablado en muchas ocasiones de ésto, pero nunca me ha querido escuchar.
Pasarán los años... la ciencia oficial avanzará, se producirán fenómenos grandiosos a voluntad de cualquiera, se harán cosas que eran hasta el presente sólo del resorte de los ocultistas y entonces se recordarán de mi, que no llegué a ser oído, sino por mi grupo propio y que muchos, muchísimos que están en las filas teosóficas, tendrán a mi lado un campo precioso para ensanchar sus conocimientos si tomasen el camino único de la Rosa-Cruz.
Tomado de:
Revista Rosa Cruz
Bogota, Año IX, #26
Agosto 1947
