El porqué de la vida - Krumm Heller

Muchos se preguntan por qué nacimos o por qué morirnos. De dónde venimos y a dónde vamos. Los menos se preocupan del por qué vivimos. No saben que al resolver este asunto quedan contestados los otros dos.

En una obra de Ibsen hay un hijo que increpa a su madre: "¿Por qué me diste la vida?; yo no te la pedí."

Lealtad, Jerarquia Rosacruz y Talimanes - Krumm-Heller

En el último número de la Revista de la Rosa-Cruz hablé de la Lealtad y de que la Lealtad debe estar personificada en todos los Rosacruces que, de lo contrario, sólo pueden serlo de nombre y nunca de corazón, es decir, ser eslabones de nuestra cadena.

Diferencia entre Alma (psychê) y Espíritu (nous) - H.P. BLAVATSKY

Carta publicada en The Spiritualist

Londres, 8 de febrero de 1878 (1)

 Señor,

 Permitan a una humilde Teósofa aparecer por primera vez en sus columnas, para decir unas pocas palabras en defensa de nuestras creencias. Veo en su número del 21 de diciembre último, uno de vuestros corresponsales, el señor J. Croucher, hace las siguientes afirmaciones muy audaces:

 “Si los Teósofos hubieran comprendido perfectamente la naturaleza del alma y del espíritu, y su relación con el cuerpo, ellos habrían sabido que una vez que el alma ha abandonado el cuerpo, no puede regresar. El espíritu puede partir, pero si parte el alma, parte para siempre.”

 Esto es tan ambiguo que, a menos que use el término “alma” para designar únicamente el principio vital, sólo puedo suponer que cae en el error común de llamar al cuerpo astral “espíritu”, y a la esencia inmortal “alma”. Nosotros, los Teósofos, como el coronel Olcott le ha dicho, lo hacemos al revés.

TEORÍA ALQUÍMICA DE LA CREACIÓN - Paul Sedir

 

Además de los numerosos jeroglíficos y figuras simbólicas con los que los alquimistas han salpicado sus libros, tenemos la suerte de poseer la fuente de la que derivaron su ciencia y su arte: la Tabla Esmeralda. Sin demorarnos en discutir la antigüedad y la autenticidad de este monumento, reproduciremos todo lo que se refiere al tema de nuestro estudio, y completaremos esta cita con algunos breves comentarios.

El poder de la palabra - Krumm Heller

Todos los seres, sin excepción, desean poseer una autoridad, un poder o un mando que los haga superiores a otros seres.

Desde el punto de vista físico, la teoría de Darwin se cumple maravillosamente.  La supervivencia del que está más en forma es un hecho innegable. Pero, en los estados superiores, como en los tipos más elevados de la evolución humana, la teoría darwiniana pierde completamente su valor, pues allí no es la superioridad de la actitud física la que causa el triunfo, sino la superioridad intelectual la que marca el éxito. Por lo tanto, la teoría materialista es sólo parcialmente cierta. Y si juzgamos los estados superiores, no es tanto la capacidad intelectual la que da el triunfo definitivo. El intelectual puede lograr triunfos parciales, pero si no une la intelectualidad con la espiritualidad, finalmente fracasará.  
La orientación espiritual del hombre le permitirá relacionarse con los poderes de la naturaleza que le permitirán alcanzar la verdadera supremacía, no establecer la perfecta armonía espiritual que proporcionará el dominio por superación, es decir, por la plena relación del hombre con los poderes universales del amor, la sabiduría, la belleza y la verdad. 

PISTIS SOPHIA - Krumm Heller

Cuando buscamos estas dos palabras en los diccionarios modernos, las encontramos generalmente unidas por una línea de unión, al contrario de lo que ocurre en los libros antiguos, donde se encuentran así - (Pistissophia) - es decir, constituyendo una sola palabra.
Traducido literalmente del griego, significa FE - SABIDURÍA.

Son dos cosas que deben estar siempre unidas: la Fe y la Sabiduría, porque no hay verdadera Fe sin sabiduría, ni Sabiduría sin Fe. Al igual que no hay agua sin la combinación de hidrógeno y oxígeno, no hay Dios consciente en nosotros sin esta combinación.

La mujer desde el punto de vista espiritual - Krumm Heller.


La naturaleza dentro de cualquiera de sus manifestaciones, reserva siempre un lado oculto, simbólico, espiritual, que dedica al hombre comprensivo y esta parte velada de la naturaleza misma, asequible tan solo para los que persiguen el ultra de las cosas, puede tener una firme expresión por medio de la palabra o de la escritura al modo como el historiador refiere un pasaje cualquiera de los anales que comenta. Pero nunca con tanta justeza, con tanta perfección, como lo haría el poeta dentro de su lírica o el pintor dentro de los matices que delinea su pincel.